martes, 25 de mayo de 2010

La expansión de la Alianza Atlántica alegra a los fabricantes de armas

Abril de 1999

MOLLY IVINS, FORT WORTH STAR-TELEGRAM
Redacción: El pasado 12 de marzo, Polonia, Hungría y la República Checa pasaron oficialmente a formar parte de la OTAN. Las autoridades y los fabricantes de armamento estadounidenses encontraron motivo de regocijo en ello. Veamos por qué en este artículo de hace unos meses:
Si quiere saber lo que sería una idea pésima, pruebe a ampliar la OTAN incluyendo Polonia, Hungría y la República Checa. Se preguntará cómo es posible que siendo tan mala idea haya prosperado tanto. Es muy simple: el grupo de presión a favor de la fabricación de armas se moría por llevar esa idea a la práctica, y ha invertido ingentes cantidades de dinero en hacerla aceptar por parte del Congreso.
Expandir la Organización del Tratado del Atlántico Norte es producto de los esfuerzos de compañías como Lockheed Martin, Boeing y otras. Bruce L. Jackson, vicepresidente de Lockheed Martin, es también presidente de la comisión gubernamental para ampliar la OTAN. Qué casualidad. Bernard L. Schwartz, otro capo de la Lockheed, es uno de los principales aportadores de capital concesionario a los comités del Partido Demócrata, a los que contribuyó la generosa cantidad de 601.000 dólares en el periodo comprendido entre 1995 y 96. En total, Lockheed donó 2,3 millones de dólares a la campaña política durante el mismo periodo.
La administración Clinton y el Pentágono afirman que la expansión de la OTAN costará 400 millones de dólares, lo cual es una tontería. Estados Unidos ya ha gastado 1.200 millones si tenemos en cuenta los subsidios a la exportación de armas de los últimos tres años, de acuerdo con el World Policy Institute.
Es que los contribuyentes subvencionan a los fabricantes de armas. Programas para promover la expansión de pertrechos bélicos se guardan en cantidades en el Pentágono, el Ministerio de Exteriores y el de Comercio. Boeing, Lockheed y otras compañías han recorrido Europa del Este pregonando las bondades de la OTAN, celebrando seminarios y lamiendo las botas de los generales.
¿A qué obedece esto? A que los fabricantes de armamentos tienen un mercado potencial de miles de millones de dólares. Cazas, helicópteros, cañones, tanques, misiles. Estados Unidos presta dinero a esos países para que adquieran armamento de los fabricantes norteamericanos.

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